No sé por qué te preocupa tanto el hecho de por qué te quiero, y aunque jamás podré explicártelo tanto como quisiera, porque me faltan palabras para hacerlo; ni podré demostrártelo lo suficiente, porque me faltan años para conseguirlo; siempre puedo intentarlo día tras día hasta que me muera.
No sé ni por dónde empezar, porque podría resumírtelo con un “te quiero por ser tú” como tantas veces te dije, pero sé que no te vale. Es tanto lo que llevan escondidas esas cinco palabras… Ojalá lo supieras. Ojalá se pudieran demostrar todos estos sentimientos que llevo dentro, y todos son hacia ti…
A veces ni yo misma entiendo cómo puedo quererte tanto, simplemente, mi corazón lo hace. Ni si quiera me preguntó si podía quererte o no, sencillamente, lo hizo desde el primer día en el que hablamos, y aumentó el día en el que te vi por primera vez.
Sé que éste es un amor de los de verdad, de los de película, de los que duran para siempre a pesar de todas las tempestades que han surgido, y que surgirán.
Porque jamás llegué a entender cómo pude quererte tanto sin verte, ni sé por qué ahora daría hasta mi vida por la tuya. Pero así es. Porque te quiero.
Te quiero por ser como eres, por ser tan dulce, tan cariñoso conmigo. Te quiero por escucharme siempre que lo necesito. Te quiero por estar dispuesto a dejar todo de lado por mí. Te quiero por tragarte horas y horas de viaje solo por verme durante un fin de semana. Te quiero por darme la mano por la calle. Te quiero por esos besos en el ascensor. Te quiero por esas caricias de ternura. Te quiero por esos abrazos en el sofá. Te quiero por tener el detalle de compartir nuestro tiempo con mi familia. Te quiero por querer sorprenderme con mil y una sorpresas. Te quiero por todos esos regalos que me haces para que te recuerde. Te quiero por esforzarte en hacerme feliz. Te quiero por esas horas de charla durante la noche. Te quiero por acordarte de avisarme siempre que llegas tarde a casa. Te quiero por dejarme despertarte a diario. Te quiero por todas esas canciones que compartimos juntos. Te quiero por hacerme sentir a gusto en tu casa. Te quiero por dejar que me quite los zapatos en tu coche. Te quiero por querer enseñarme cada uno de los sitios bonitos que has conocido. Te quiero por dejar que imagine mi vida contigo a mi lado. Te quiero por cocinar para mí. Te quiero por querer mostrarme cómo será nuestra vida en un futuro con detalles tan sencillos como comprar el pan para casa…
Sencillamente, eres fácil de querer.
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