sábado, 22 de octubre de 2011

Reencuentros

No sé por qué nos distanciamos tanto hace algún tiempo, pero me alegro de que, por uno o por otro, ahora hablemos a diario.
He de confesarte que nunca olvidé aquellas partidas al Sacred, y mucho menos aquellas risas con Diego. Aún me acuerdo de cuántas tardes preferí quedarme en casa para jugar con vosotros, que salir a la calle y dar una vuelta. Nos pasábamos el día jugando los tres juntos, haciendo payasadas, y riéndonos hasta morir. Era perfecto. ¿Te acuerdas?
Hace poco me puse a pensar en cómo salió nuestra bobada de año nuevo, pero no consigo recordarlo. Probablemente fuera por alguna de nuestras tonterías, como de costumbre. Aunque, sinceramente, me alegro de ello. Me alegro de que alguna de nuestras tonterías, nos llevara a estar un poquito más unidos en esas fechas tan “importantes”. Mis navidades no son de lo más divertidas, sobretodo en año nuevo, y el hecho de que estés tan pendiente de mí en esos días, me ayuda mucho. De hecho, hasta haces que tenga ganas de que llegue, sólo para conseguir ganarte, y echarme unas risas contigo.
Me gustaría poder explicarte cuánto significa para mí que volvamos a hablar tanto como antes; y aunque lo intenté un par de veces y me dices que soy una exagerada, algún día lo entenderás. Algún día conseguiré explicártelo.
Ayer me di cuenta de que te pareces a mí más de lo que yo pensaba, y me encanta, porque sé que así podrás entenderme mejor, entender por qué hago cosas que los demás no entienden; al igual que yo podré entenderte a ti en casi todo lo que decidas contarme, o eso espero.
En cualquier caso, sólo quería decirte que me encanta que vuelvas a formar parte de mi vida, y yo de la tuya; aunque sea en una pequeña parte.

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