Hoy, me han dicho algo. Me han dicho que siempre hay gente que te joderá la vida, sin razón alguna. Que lo hacen porque sí. Y no hay más.
Y si me lo han dicho es, porque a mí, me lo están haciendo.
¿Se puede saber qué es lo que te he hecho para que trates de hacerme tanto daño?
¿Se puede saber por qué te empeñas en joderme la vida?
Ni lo entiendo, ni ya quiero entenderlo. Antes, me lo planteaba como una de las grandes dudas de mi vida, porque tú, eras importante. Sí, lo eras. Has pasado de ser mi mejor amiga, a ser la persona a la que más odio y, probablemente, odiaré.
¿Por qué? Yo sí te daré un por qué.
Te odio por ser tan orgullosa, por creer que todo el mundo gira a tu alrededor. Te odio por creerte tan importante en el mundo cuando no es así. Te odio por creer que todo lo que tú digas es lo que debe pasar. Te odio por querer destrozar mi vida a toda costa. Te odio por no saber aceptar a las personas tal y como son. Te odio por creerte superior al resto del mundo. Te odio por hacerme creer que te importaba. Te odio por hacerme creer que me querías.
Me encantaría decirte que te pedí perdón sin razón, sin saber por qué lo hacía. Y solo para que no te fueras de mi vida. Pero es mejor no ver esas cosas. Es mejor decir que fuiste tú la que perdonó, la que hizo el esfuerzo de olvidar todas esas cosas que te montaste tú solita en la cabeza. Es mejor hacer que la otra persona quede mal, y tú pases a ser la niña buena.
Ojalá te quedes sola y aprendas un poquito de la vida. Ojalá algún día entiendas todo lo que perdiste sólo por dejarme de lado. Ojalá algún día vuelvas, y pueda mandarte a la mierda como tanto tiempo llevo queriendo hacer.
De momento, hice lo que estaba en mi mano. Tirar todas esas cosas que, un día, vivimos juntas. Ya no quiero recordarte, ni de una manera, ni de otra. Ya no quiero mirar algo y que me recuerde a ti. Te quiero fuera de mi vida. Y así será a partir de ahora.
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Te aplaudo. Tener ganas de poner todo eso con lo que conlleva es para sentirse orgullosa de una misma. Bravo. Te quiero vane y sabes lo que pienso sobre todo esto :)
ResponderEliminarAplaudo el valor mostrado.
ResponderEliminarAplaudo la claridad de las palabras.
No tanto el argumento que conlleva,
y menos aún la acción de los actos.
Quien puede ser amigo y a la vez apuñalar sin remordimiento es alguien sin nada por dentro.
No sé hasta que punto me siento orgullosa de mí misma, pero te lo agradezco.
ResponderEliminarCréeme que no soy yo quien decide el argumento de mis escritos, si no las circunstancias que me rodean.
vane,te ha jodido tanto una amistad la vida?
ResponderEliminarsabes tengo 35 años y decirte que a las amistades tenemos la posibilidad de escogerlas,asi que ya sabes dev aqui en adelante se selectiva.
Quizá yo no he aprendido tanto de la vida como tú. Apenas tengo 17 años.
ResponderEliminar¿Que la elegí mal? Quien sabe, probablemente sí.
De ahora en adelante sí tengo cuidado, y ya no confío tanto de los demas como antes.
Gracias por el consejo.
No es una mala elección, simplemente es dar confianza a alguien que ha cambiado. Puedes tener cuidado en la elección pero es muy difícil descubrir a los lobos con piel de cordero cuando no te dejan ver más allá de la careta.
ResponderEliminarCariño, entiendo lo dolida que estás con esa persona que tanto te ha decepcionado pero no alimentes el odio porque no es bueno para ti misma. Mientras albergues ese sentimiento, ella tendrá poder sobre ti. Mientras consiga hacerte enfurecer de esta manera, ella estará consiguiendo su objetivo.
ResponderEliminarNo te hagas más daño a ti misma y olvídala. Aléjate de quien te hace daño. Habrá veces que las circunstancias no te permitan hacerlo y tendrás que encontrar otro modo de afrontar esa situación, pero con esta persona no tienes por qué seguir en contacto, ni verla, ni siquiera pensar en ella.
No se trata de que te equivocaras al elegirla como amiga o que ella sea un "lobo con piel de cordero". Érais unas niñas y cada una evoluciona de forma diferente y madura a su paso. No mires atrás con reproches, ni a ti misma ni a ella. Recorristeis un largo camino juntas y siempre será un recuerdo de tu infancia. Quédate con los buenos momentos que pasaste con ella, que fueron muchos. Ahora la vida os lleva por caminos diferentes, simplemente.
Ojalá nunca tuvieras que volver a vivir una decepción tan grande, mi niña. Pero nadie está a salvo de estas decepciones, a ninguna edad, sobre todo personas como tú que se entregan tanto y se involucran con todo el corazón.
Este palo te hará ser un poco más desconfiada con las personas nuevas que conozcas... y eso es bueno, pero sólo hasta cierto punto. Sé prudente y cautelosa, no entregues tu confianza y tu amistad con demasiada rapidez, pero una vez que consideres que esa persona es digna de confianza, sé siempre una amiga de corazón.
No es tan fácil. De todas formas, a partir de ese día ya no es lo mismo. Podría hasta decir que me considero más fuerte.
ResponderEliminarY los buenos momentos... nunca los olvidaré, aunque tampoco los malos, los que se dedica a hacerme ahora.