Desde hace días, por alguna razón, deseaba que llegase este día. Quizá para poder decir “ya solo queda una noche lunar…”
Intento hacerme a la idea de que pronto estarás a mi lado. De que caminarás junto a mí. De que te enseñaré todo lo que un día soñé. De que, incluso, cocinaré para ti. Saldremos juntos por la noche y veremos los fuegos artificiales sentados en el césped. Podré enseñarte cómo corre mi perro tras las piedras. Podré enseñarte mi día a día aunque solo sea por dos días…
Sé que todo será así, pero aún no me lo creo…
Trato de asimilarlo, pero no lo consigo…
Esperé este momento durante cuatro años, y supongo que después de tanto tiempo… no logro asimilarlo. Es más, no creo que llegue a hacerlo hasta no tenerte entre mis brazos. Pero no me importa… porque sé que llegará. Sé que vendrás, por mi. Para verme. Y me encanta.
Y ya no me importa lo que piensen los demás. No me importa si creen que no deberías venir, o si creen que yo me hago demasiadas ilusiones.
Disfrutaré de todo el tiempo que tenga contigo. Estaré contigo el mayor tiempo posible, y trataré de que no olvides ni un solo segundo de todo ello. Porque sé que yo, no lo haré.
Ahora sólo puedo pensar en todo esto.
En que…
Cada día que pasa queda menos.
Cada día que pasa tengo más ganas.
Cada día que pasa se me ocurren nuevas cosas por hacer.
Sólo quiero verte… abrazarte… estar contigo.
Sólo tendré que esperar una noche lunar. Sólo eso…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario