Cada mañana me levanto con la ilusión de que te veré entrar por el parque con Kapry, te acercarás a mí y me darás dos besos.
Si me pasa algo, siempre me escuchas. Y cuando eres tú la que tiene un problema, sabes que siempre te escucho.
Confiamos la una en la otra, y siempre hablamos de todo. Ahora mismo podría decir que lo sé todo de ti, y tú de mí.
Siempre me hizo gracia la forma en la que nos conocimos. ¿Quién iba a decir que sería el dolor el que nos uniría?
Ahora que estamos tan unidas, no dejaré que nada ni nadie te haga daño.
Quizá no sea la mejor amiga que alguien pueda tener, pero trataré de cuidarte lo mejor posible.
Me encanta como eres. Me encanta que me confíes todas tus dudas. Me encanta tu forma de expresarte. Me encanta verte sentada en mi sofá a las cuatro y media de la tarde. Me encantan nuestros vicios. Me encanta cuando me das un toque sólo porque te acuerdas de mí. Me encanta verte sonreír. Me encantan tus besos de despedida. Me encanta quedarme contigo horas y horas en nuestra esquina. Me encanta sacarte una sonrisa cuando estás mal. Me encanta cuando te cabreas. Me encantas toda tú… Con tus cosas buenas, y con tus cosas malas. Y no te cambiaría por nada.
Y ahora que te has ido, me doy cuenta de todo lo que te echo de menos. Me doy cuenta de lo mucho que me ayuda verte cada día. Y no quiero perder eso por nada del mundo.
Te quiero mucho preciosa. No cambies nunca, y vuelve pronto…
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