Cuando crees que nadie puede fallarte más aún de lo que ya te ha fallado, te enteras de que no es así.
Yo lo he vivido. Estaba segura de que, a pesar de que todo acabara como acabó, a pesar de que ya no tenías más formas de joderme la vida, a pesar de que ya no podías hundirme más; siempre pensé que, por lo menos durante nuestra larga época de amistad, habías sido la mejor amiga que podía tener. Claramente, me equivoqué; has sido la peor amiga y la peor persona que alguien pueda tener a su lado. No le desearía tu presencia ni al peor de mis enemigos. ¿Que por qué? Porque eres una auténtica falsa y mentirosa a la que solo te importas tú, tú y TÚ. Eres la persona más egoísta y egocéntrica que me he echado a la cara.
Aunque sabías lo que sentía, a pesar de todo lo que te contaba y todo lo que vivías conmigo, intentaste llevarte para ti solita al chico que más ha significado para mí en toda mi puta vida; y encima tuviste los cojones de callarte tu sucia boquita.
Ahora dime, ¿por qué? Tú lo sabes.
Sabías que no te estabas portando bien conmigo; pero claro, es mucho más satisfactorio para ti hacerlo y callarte, en vez de ser buena amiga y no joderle la existencia a tu mejor amiga.
En el fondo, te agradezco todo lo que has hecho, así podré mandarte a la mierda con mucha facilidad y con mucho gusto.
La pena es que me quedaré con las ganas de partirte esa cara tan dura que tienes, mona.
Aunque te aviso de un pequeño detalle: como ésto me cueste la amistad que tengo con él, a ti te costará la vida.
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