miércoles, 28 de marzo de 2012

Aún más

Cuando crees que nadie puede fallarte más aún de lo que ya te ha fallado, te enteras de que no es así.
Yo lo he vivido. Estaba segura de que, a pesar de que todo acabara como acabó, a pesar de que ya no tenías más formas de joderme la vida, a pesar de que ya no podías hundirme más; siempre pensé que, por lo menos durante nuestra larga época de amistad, habías sido la mejor amiga que podía tener. Claramente, me equivoqué; has sido la peor amiga y la peor persona que alguien pueda tener a su lado. No le desearía tu presencia ni al peor de mis enemigos. ¿Que por qué? Porque eres una auténtica falsa y mentirosa a la que solo te importas tú, tú y TÚ. Eres la persona más egoísta y egocéntrica que me he echado a la cara.
Aunque sabías lo que sentía, a pesar de todo lo que te contaba y todo lo que vivías conmigo, intentaste llevarte para ti solita al chico que más ha significado para mí en toda mi puta vida; y encima tuviste los cojones de callarte tu sucia boquita.
Ahora dime, ¿por qué? Tú lo sabes.
Sabías que no te estabas portando bien conmigo; pero claro, es mucho más satisfactorio para ti hacerlo y callarte, en vez de ser buena amiga y no joderle la existencia a tu mejor amiga.
En el fondo, te agradezco todo lo que has hecho, así podré mandarte a la mierda con mucha facilidad y con mucho gusto.
La pena es que me quedaré con las ganas de partirte esa cara tan dura que tienes, mona.
Aunque te aviso de un pequeño detalle: como ésto me cueste la amistad que tengo con él, a ti te costará la vida.

viernes, 16 de marzo de 2012

Recuperando mi vida

Puede que haya mucha gente a la que le parezca mal lo que estoy intentando conseguir, pero la vida que tuve hace, aproximadamente, medio año, fue la mejor de mi vida.
Tenía un novio al que adoraba y amaba por muchas discusiones que pudiéramos tener, y un grupo de amigos por los que daría la vida.
Por malos entendidos, por falsos hechos, y por una temporada realmente horrible, lo perdí todo. No supe cuidar lo que tenía y me quedé más sola que la una.
Toda mi familia decía que no les merecía, que ellos habían sido los que decidieron dejarme de lado y que no se merecía mi cariño. Y durante unos meses, consiguieron comerme el coco. Me pillaron en una etapa de mi vida en la que estaba tan vulnerable, que era manipulable.
Ahora vuelvo a estar en unas condiciones normales. Ya no dependo de unas pastillas para no derrumbarme, ni de visitas periódicas al médico.
Ahora vuelvo a ser yo misma, pero de una forma diferente.
Durante todo ese tiempo, se me llegaron a acumular tantos problemas que acabé siendo obligada a madurar, o el mundo acabaría conmigo.
Y todo cambió. Ahora quiero recuperar todo eso que tenía y que me hacía tan feliz, le parezca bien al mundo o no. Aunque siempre tendré cierto reparo en confiar de nuevo en ellos, por lo menos durante algún tiempo.
Sé que nada volverá a ser lo mismo, pero no me importa. Lo único que quiero es volver a tenerlos en mi vida, y volver a sentirme orgullosa de estar rodeada de gente realmente importante.
Eso sí, no quiero volver a tener a todos en mi vida. Ahora seré yo la que decida quién entra en mi vida y quién no. Ni mis padres, ni mis otros amigos, ni nadie. Solo yo, y punto.

lunes, 12 de marzo de 2012

Otra vez

Y otra vez lo mismo; parece que solo servimos para ser más que amigos: ni como amigos, ni como novios. Parecemos idiotas.
Tardé mucho en decidirme a decirte que salieras conmigo; y lo hice cuando estaba segura de que todo iba bien. Pero parece que es empezar a usar la palabra "novios" y todo se va a la puta mierda.
No llevamos ni un jodido mes, y ya vamos de culo y cuesta abajo. Volvemos a empezar con las discusiones diarias y todo siempre por lo mismo.
Estoy cansada de tanta mierda. Lo lógico que piensas cuando empiezas con alguien es que ya no vas a estar sola, que siempre vas a tener a alguien que te escuche y ayude.
Y sí, es cierto, tú me escuchas, pero no me ayudas. No dejas de criticar cada movimiento que hago, y estoy harta.
Es increíble que solo haya una jodida persona que me entienda y que no seas tú.
Tiene huevos que encima de que sólo sabes criticarme, luego me eches la culpa de todo e intentes quedar tú como la víctima.
Lo siento pero ya no soy tan gilipollas.
Antes te salía perfecto. Siempre me sentía culpable de todo y a ti eso te venía de puta madre; así siempre era yo la subnormal que pedía perdón. Pero se acabó. Bien es cierto que yo también me equivoco de vez en cuando, pero me niego a pedir perdón por todo lo que no seas capaz de entender. Porque te voy a decir una cosa: que pienses diferente a mí o que pienses todo lo contrario que yo, no significa que esté equivocada.
Así que preocúpate un poco en madurar y en ponerte de vez en cuando en el lugar de los demás, aunque sea un poco, ya verás como te va mejor.
Ale, suerte.

jueves, 8 de marzo de 2012

Vuelta a las andadas.

Nada más que decir.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Gracias, tú.

Todo el mundo dice que cuando tienes problemas o preocupaciones, lo mejor que puedes hacer es buscar a alguien y desahogarte. Contar tus preocupaciones siempre ha sido el mejor modo terapéutico del día a día.
Hoy he de confesar que, con cierta preocupación que ronda por mi cabeza, me siento peor aún si hablo de ello. Pero también he de decir que, hoy, he hablado de ello con alguien que no sabe nada sobre el tema en cuestión, y me he sentido mejor que nunca.
Puede que si él supiera todo lo que conllevan esos sentimientos, es decir, las causas de dicho problema, pensaría como el resto de la gente; pero por el momento me ha hecho sentir comprendida, y no criticada, como siempre.
Y digo "puede" porque es bastante probable que no fuera así.
Él es un chico que siempre me ha comprendido, pasara lo que pasase. Siempre ha estado a mi lado, aunque yo sintiera que no merecía nadie que me escuchara. Él sabe ver las cosas desde una perspectiva completamente diferente al resto del mundo. O quizá las ve tan parecidas a cómo las veo yo, que nos entendemos demasiado bien.
Puede que haya más gente a mi alrededor que me comprenda, pero nadie como él.
Gracias, tú.

domingo, 4 de marzo de 2012

Ella

Todo el mundo la recuerda feliz. Todo el mundo comenta de su amplia sonrisa que su rostro mostraba a diario.
Ella sonreía precisamente para eso. Su único fin era que la gente la recordara con esa única característica: su sonrisa, su felicidad.
Ella salía a diario, le encantaba salir a la calle cada día y caminar sin rumbo fijo. Centrarse en disfrutar de cada detalle de la vida. Salía los días de lluvia, y no volvía a casa hasta que cada parte de su cuerpo estaba completamente mojada. Siempre llegaba a casa con su pelo goteando y toda su ropa completamente calada.
Disfrutaba de la compañía de sus amigos y conseguía animar a cualquiera. No importaba cuál fuera el problema, ella siempre conseguía sacar una sonrisa a cualquier persona que precisara de su ayuda, o su consejo.
Su vida parecía de lo más perfecta.
Digo "parecía", pues esa solo era su fachada.
Nadie la conocía realmente.
Bien es cierto que había personas que conocían más o menos detalles sobre ella; y existían personas que eran capaces de entenderla en pequeñas situaciones o problemas que ella elegía contar y compartir.
Pero hay algo que sólo yo sé: ella tenía demasiados secretos; sentimientos escondidos que nadie podría llegar a imaginar. Sufría por dentro más de lo que nadie ha llegado a sufrir, y lo sufría en silencio.
Ella murió. Dejó este mundo pensando que la vida merecía la pena, pero no para ella.
Murió feliz, murió dejando en las personas que la rodeaban ese recuerdo que ella siempre fingió: el recuerdo de una chica que pasara lo que pasase siempre tenía una sonrisa en la boca.
Hasta pronto.