¿Alguna vez habéis tenido un sueño que creíais que era casi imposible de cumplir?
Yo sí.
Era un sueño, para muchos, fácil de cumplir. Era un sueño que comencé a tenerlo hace aproximadamente 10 años. Era un sueño que intenté cumplir en muchas ocasiones durante ese tiempo. Era un sueño que ya creía casi imposible de cumplir, pero que jamás perdí la esperanza de conseguirlo.
Hoy por fin ha pasado. Jamás se me olvidará este día, 10 de Junio de 2018, insignificante para algunos, horrible para otros, y perfecto para mí.
Jamás pensé que un día como otro cualquiera, y tan improvisado, pudiera ser el día más feliz de mi vida.
Y es que hay sueños en la vida que no debemos dejar de perseguirlos. No importa el tiempo que nos lleven, no importa cuánto duela la espera ni importa cuánto debamos luchar por ello; lo que importa es que, en ocasiones, esos sueños se cumplen.
En mi caso, la espera mereció la pena. Un escritor, Gilbert Keith Chesterton escribió una vez: "Si de verdad vale la pena hacer algo, vale la pena hacerlo a toda costa". Tenía toda la razón. Si de verdad deseas algo, si lo deseas con todas tus fuerzas, debes emplear todas las opciones posibles que tengas para conseguirlo. Y no importa nada más. No importa el qué dirán, no importa la distancia ni importa qué es lo que debas hacer o no debas hacer.
Y es que ahora ya no importa lo más mínimo el pasado. Ya no importa el tiempo esperado, ya no importa el dolor, ni si quiera importa el resto del mundo. Solo importa mi pequeño sueño hecho realidad, un sueño que alargaré por el resto de mi vida.
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